Frontispicio

Ancelotti es, no lo olvidemos, apuesta personal de Florentino

20 octubre 2016

El experimento: Mejor sin volumen

El martes el Real Madrid le endosó un 5-1 al Legia Varsovia, en un partido de ida y vuelta, pleno de ocasiones, goles, dinámico y atractivo para el espectador. O al menos, para quién guste de ese tipo de fútbol sin reservas, sin tacticismos y basado en potenciar el ataque sobre las defensas. Zidane sacó en un mismo once a Danilo, Marcelo, Kroos, James, Asensio y la BBC. Sólo faltó Ramos de central para que todo fuera un circo a tres pistas.

Pues oye, uno que estaba con su cubata y sus pipas disfrutando del partido, a poco que prestaba atención a los comentaristas de Antena 3, sufría un coitus interruptus. Que si el Legia era con total seguridad el peor equipo de la Champions apostillaba Helguera, que si "por momentos" el Real Madrid perdía el control del partido, que si el resultado era un poco exagerado porque los polacos (de Polonia) habían tirado una al palo y una oportunidad clara, que si Danilo ofrecía muchas dudas, que si Cristiano fatal, que si patatín, que si patatán……. un desastre todo. ¡¡ Que ganas de echarle agua al vino, oye !!

Hemos oído mil veces lo de que en un partido loco, sin esquemas tácticos, el Madrid siempre te acaba matando, ¿no? Entonces ¿porqué no proponer ese partido ante un rival que parecía entrenado por Paco Jémez? Pues no señor, tampoco están contentos. Si Cristiano, en lugar de tirarlo todo le daba por caer a banda, asistir y apoyar en estático, decían que está ansioso por marcar y está muy lento. Si marca tres al Legia, que sólo marca a equipos pequeños. Nunca acertamos. Siempre, siempre, quieren la otra bicicleta.

Pero como soy de analizar las cosas, a fin de cuestionar mi propio criterio, me propuse como experimento sociológico y comparativo ver el Barcelona - City de ayer. ¡¡ Y que cambio, oye ¡¡ Todo era fluir, magia y acontecimientos extraordinarios………… Que en todo el primer tiempo sólo pudiera marcar de accidente y donación, que sólo tirara dos veces a puerta, que el mejor del Barca fuera Ter Stegen, que el City daba mucha más sensación de peligro que el Barca no era óbice para que los sesudos analistas sólo se dedicaran a la vanagloria y ascensión a los altares de …………… un equipo que no había jugado a nada. Ni un pimiento.

 Después ya llego la cómica expulsión del Bravo y ya todo se desdibujó. El City creyó que le había tocado el Barca en el amigo invisible y sus regalos eran como el becario que lo invitan por primera vez. Así el partido, ya no tenía interés académico para mi estudio y a partir de ahí sólo me dediqué a estudiar las posibles caras de mala leche de SuperPep ante el estropicio de su equipo. ¡¡¡ Que templanza, que espíritu deportivo ante la derrota, que sonrisa al dar la mano !!! Ni un topetazo al banquillo, ni tirar la botellita de agua, ni un puntapié al sacrosanto céspet independentista, nada…….. Paciencia franciscana. O seny, claro.

Para acabar el experimento, me encogí al final, temiendo la rajada monumental de Pep ante la labor árbitral que, en el mismo descanso, obvió pitar un clarísimo penalti de Digne que serviría para empatar el partido en un momento clave. Sabiendo cómo se las ha gastado en otras ocasiones Pep, temía que salieran sapos y culebras de su boca, pero no, sólo recordó que su City es un equipucho recién llegado a Europa y que la goleada, regalos y ridículos eran cosas del fútbol. Lo dicho, seny y valors………

Por ello, una vez analizados todos los parámetros evaluados en el experimento, mi recomendación es que si pueden, vean los partidos del Madrid con el volumen quitado. Les irá mejor. Saludos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pincha aquí para dejar tu comentario.